El Cisne
La veneración de la imagen de "Nuestra Señora de El Cisne" llamada con amor "La Churona", centralizada en la parroquia rural El Cisne del cantón Loja, perteneciente a la provincia del mismo nombre desde el año 1594, es el referente de unidad, solidaridad y religiosidad de la familia y sociedad provincial, regional, nacional e internacional.
Distancia desde Loja: 72 kilómetros
Altitud: 2.440 msnm.
Temperatura promedio: de 10 a 21 grados
Población: 1.532 habitantes.
Fecha de parroquializaciòn: El 28 de julio de 1829
Ubicación: El Cisne se encuentra en la parte noroeste del cantón Loja
Historia del Santuario de la Virgen del Cisne
En medio de una humilde población de campesinos, se eleva una majestuosa construcción gótica, la cual es muy concurrida por peregrinos de todas partes del Ecuador, incluyendo el norte del Perú. Esta pequeña población se encuentra a 2.440 msnm está enclavado en la parte más alta de un risco en las estribaciones de Fierrohurco en la Cordillera Occidental del los Andes con una temperatura de 14 a 21°c.
Nació como Santuario luego de que Diego de Robles tallara en Quito, siglo XVI, a la Virgen MarÃa, de 66 centÃmetros de altura, con un Niño Jesús en sus brazos. Los campesinos lojanos la trasladaron a su ermita construida en 1594, que recibió el nombre de El Cisne, posiblemente porque el obispo Luis López de SolÃs era miembro de la Real Orden de los Caballeros del Cisne fundada por el prÃncipe elector de Prusia, Federico II. En 1520, El Cisne pasó a ser parroquia. El 28 de julio de 1829, el Libertador Simón BolÃvar decretó la creación de la Feria de Loja, durante la cual, todos los años, “la Virgen debÃa salir en hombros de sus hijos hasta Loja”. El ocho de septiembre de 1930, la Virgen fue coronada “Reina y Señora de todo lo creado”, por el papa PÃo IX (en este año se celebran los 75 años de canonización).
Estos hechos históricos incidieron en la marcada religiosidad y devoción a la Virgen que tienen los lojanos. Sobre la humilde capilla levantaron el templo estilo gótico elevado en 1980 “a la categorÃa de BasÃlica Menor”. El edificio contrasta con las casitas de teja, balcones de madera, de los humildes campesinos que residen allÃ. En la parte inferior del edificio hay un museo con las túnicas, coronas, joyas, vestiditos de indÃgena, uniformes militares, etc. donados por sus fieles.
Las Fiestas de la Virgen de Cisne
Toda Loja dedica seis meses al año a peregrinaciones, misas y fiestas con música (llegan desde las bandas de la vecina Chuquiribamba hasta artistas famosos, como los Miño Naranjo). Y, cosa curiosa, casi no se bebe licor.
La fiesta empieza el primero de mayo, por el mes de MarÃa, con la sesión del cabildo ampliado de Loja en el Santuario. Durante todo el mes, empleados de instituciones y empresas lojanas se turnan en peregrinaciones. En julio se intensifican las visitas de fieles hasta llegar en agosto a unos 300.000 que el padre Juan Guanuche calcula llegan últimamente, rompiendo todo récord. En el pueblo, esa gente acampa a campo abierto. Disponen apenas de 10 baterÃas sanitarias. “Las casas se copan de peregrinos y algunos propietarios alquilan los baños por centavos”. Velan por la seguridad 300 policÃas y 150 militares. Cincuenta sacerdotes confiesan desde las cinco de la mañana hasta las 10 de la noche. Los pecados van desde los veniales hasta los capitales: crÃmenes, sacrilegios. “Hay muchos que creen ver a la Virgen y dicen haber recibido milagros”. Uno muy comentado por los lojanos se vincula a la guerra del año 1941. “Los peruanos estaban por atacar con aviones a Loja, pero el cielo se oscureció y se dice que fue el manto de la Virgen de El Cisne el que lo impidió”, cuenta Leonardo Carrión, asesor de prensa del Municipio de Loja.
La caminata hacia Loja, con La Churona, como cariñosamente le llaman sus devotos, empieza el 17 de agosto, a veces bajo una temperatura de 22 grados. “Llegan de todo el paÃs y de otros, especialmente Perú.
Del Carchi viene todos los años un señor que solo tiene muñones y asà camina los 72 kilómetros”, dice el padre Guanuche. Arriban a Loja el 20 y la reciben con la quema de castillos, bailes tÃpicos y juegos pirotécnicos en la ciudad de Loja se recibe y acoge a la virgen, cumpliéndose asà la romerÃa religiosa a pie más extensa que existe en Latinoamérica y que cubre los 70 kilómetros de distancia que existen entre la capital provincial y la parroquia de El Cisne, recorridos en tres dÃas.
La Virgen preside la Feria de septiembre y el uno de noviembre retorna con igual procesión a El Cisne. En Loja, los fieles llenan los hoteles. Quienes no alcanzan cupo, se albergan en locales escolares pagando un dólar diario.
Descripción de la fiesta.
Desde el uno de agosto hasta el ocho de septiembre, peregrinos y fieles de la "SantÃsima Virgen de El Cisne" visitan el Santuario de El Cisne y