Entre el año 1684 y el año 1694, el Lcdo. Isidro de Veinza y Mora, Clérigo con grandes propiedades, encontró en la sacristÃa del convento un cajón abandonado con los restos de un Cristo. Agobiado por una terrible enfermedad "casi completamente ciego" hizo una promesa: se comprometÃa a restaurar los restos del Cristo Negro, y al mismo tiempo pedÃa a Jesús que lo curara. El Señor lo escuchó: don Isidro recuperó la vista, y después de poco tiempo presentó al pueblo la nueva Imagen restaurada del "Cristo Negro".
A partir de este momento el Cristo Negro obró muchos milagros, y por eso el pueblo lo llamó “Señor de los Milagros”.
De todos los milagros que obró el Cristo de Daule, sin duda el más importante fue el haber convencido al Lcdo. Isidro de Veinza y Mora, hombre español de bondad mÃstica que fue dueño de varias propiedades a lo largo del rÃo Daule y afluentes. Es el iniciador del culto a la imagen del Cristo Negro. Poco antes de morir, donó sus propiedades a sus trabajadores y dio libertad a sus esclavos
En efecto, un siglo antes de que se aboliera oficialmente la esclavitud en nuestra tierra, Cristo inspiró a don Isidro, al principio del siglo XVIII, a dar completa libertad a una gran cantidad de esclavos.
Cristo Negro del cantón Daule. Patrono de Daule, su festividad religiosa se celebra el 14 de septiembre de cada año.
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