I Corazón modelado en la selva, con la escuela de raza aborigen; ¡madre tierra!, es tu seno de virgen, la que en noble e inmortal hidalguÃa, nos dio néctar - dulzor que nos guÃa a luchar por tu honor y libertad. | III Junto al sol que acaricia los campos, cabe el lÃmpido azul de tu cielo, se agiganta en rápido vuelo cual esbelta se eleva la palma, a encontrar en tu albura la calma nuestra historia, mi noble Ecuador. |
II Y si brazos heroicos nos dieron tu esmeralda por rico tesoro; hombres libres hoy cantan en coro bendiciendo a la tierra fecunda, la plegaria de fe en que se funda su heredad, nuestro gran porvenir. | IV Si tu entraña es fulgor de alborada, ¡Oh: provincia, mi causa y mi sino! Yo te juro agrandar el camino hasta conquistar en tu gloria mi vida, para nunca encontrarte vencida... tierra mÃa, sagrario de amor. |