La carretera es sinuosa, un poco irregular pero esta bien. Comienza rodeada de vegetación, luego se hace menos húmeda. Una vez cerca al Océano es prácticamente seca, los árboles desaparecen y solo se ven arbustos. Esta costa es bastante diferente de lo que cualquiera imaginaria al estar tan cerca del ecuador geográfico. El clima es fresco en las tardes y en las noches puede llegar a hacer frío entre los meses de Junio a Diciembre.
Mas adelante la carretera se tiende y los puentes indican de lluvias ocasionales y fuertes en temporada húmeda (Enero-Mayo), hacia el norte, el mar es grande revienta sin cesar, y da un sentimiento de libertad y aumenta el deseo de seguir viendo mas allá. Por Montañita, el sitio de los surfers de esta área, comienza todo a verdear, a ser mas tupido, a verse mas árboles y las colinas empiezan a crecer cerca del camino, siguen playas extensas y amplias, el mar es más imponente, mas fuerte y la orilla parece nunca terminar, la vegetación aquí es una de las pocas que quedan de la Costa ecuatoriana; el bosque de neblina montano bajo y el siempre verde montano bajo, lamentablemente no se lo ha incluido dentro del área del Parque Machalilla y es algo peculiar ya que se encuentra a pocos metros del limite con este Parque Nacional, una de las pocas áreas de la costa que han sido designadas como áreas protegidas.
En ocasiones podemos encontrarnos con la casa del papagayo guayaquileño endémico, del venado de Progreso, la guatusa, la guanta, el oso hormiguero, el mono aullador y una gran variedad de aves. Esta cordillera termina aquí y se hunde en las profundidades entre palmas de Tagua (marfil vegetal) y grandes arañas negras. El cambio es radical, del verdor aquí y allá en el sur de esta parte de la costa, de repente uno se encuentra en medio de una selva tropical que permanece verde todas las temporadas, hasta las mas secas. Tarántulas, pájaros carpinteros, loros, mariposas monarcas, etc, todo esto es fácil ver con una parada a la orilla del camino.